lunes, 20 de abril de 2009

Y yo sigo aqui



Ante los comentarios sobre este texto, me parece infantil recordarlo pero igual que el actor sólo representa la persona que escribe sólo escribe.

Era mi tercera cerveza. A partir de ahora, el resto de la noche iría detrás de mis instintos sexuales. Ya no sería yo, seria yo detrás de cualquier coño que pasara lo suficientemente cerca. Uno no es consciente de cuando pasa el límite, pero de repente todo te importa una mierda. Bailas alrededor de cualquier mujer, ofreces, te ofreces, tomas, bailas, vuelves a ofrecer y vuelves a tomar. Ya sólo piensas en tomar, tomar un coño, tomar una copa, tomar cualquier cosa que se deje o que puedas comprar. Qué fácil es tomar. Tomas vidas , juegas con ellas, dejas que jueguen con la tuya, y todos juegan y toman. Toman almas, toman gestos, toman de todos. Tomemos. Y sigo en la misma habitación, ofreciendo y ofreciéndome. Pero ofreces lo que no eres porque no eres tú o quizás sí que eres tú y en verdad no te ofreces, en verdad te vendes. Te vendes pagando, porque siempre es pagando. Y piensas si todos los hombres son iguales, y por un momento te brillan los ojos pensando que no , qué barbaridad pero sabes que si, así es y así será. Siglos de progreso sólo son unas tristes y finas esposas, que no resisten tres cervezas. Y en esas esta la humanidad, disfrutando.

Una habitación vacía

jueves, 16 de abril de 2009

Y sin embargo estaba en casa escribiendo



Abrí los ojos y alce la vista por encima de su cabeza, necesitaba comprobar mis sensaciones. Efectivamente tenía los dedos de los pies totalmente estirados como si sufrieran un rictus y el dedo gordo en una inclinación de 45 grados, blanquecino del esfuerzo. Mis sensaciones eran correctas me estaban haciendo una gran mamada. Baje la vista y busque contacto visual. Pelo corto, delgada y cara de viciosa. Tendría que esperar a que dejara de chupar para corroborar lo de la cara ya que es conocido que toda mujer que chupa ejerce una presión que contrae la cara empujándola a una mueca muy parecida a la que pondría una zorra. Me sonrió, escupió y volvió a chupar. Chupaba y succionaba ora polla ora huevo. Sin dejar de masturbarme la faena bajo unos centímetros. Dios todas las personas tendrían que sacarse el carnet de manipulador de alimentos y si hace falta el nivel c de catalán. Los dedos de los pies continuaban empujando al vacio. Mi respiración era cojonoda. Volvió a trabajarme la polla, pero ahora fuerte muy fuerte sabía lo que se hacía. Y con la otra mano con movimiento rápido (ya lo tenía calculado) me poso un cojín en el culo. Antes que pudiera quejarme por el parón me había vaciado medio tubo de gel desde los huevos al final de culo. Continuo masturbándome con una mano mientras me comía el culo y me lo reventaba con un pequeño masturbador anal. Al cabo de unos instantes la cogí del pelo. Y el mensaje lo capto a la primera, chupo tan fuerte como pudo hasta que me respiración le confirmo que le iba a blanquear los dientes . Entonces alegre man non tropo . Una vez me corrí continuo comiendo hasta que pensé que me iba a desmallar. La cogí de las axilas y la acerca a mi boca y la bese, la bese mientras el esperma aún estaba caliente en nuestras bocas.