martes, 8 de diciembre de 2009

Cuentos de Navidad (Capítulo II)

La vida de Nicolás era un caso claro de éxito mal digerido. De cómo una persona llega a la cima profesional y cómo puede olvidarse de que todo lo que sube baja en ausencia de viagra.
Nicolás nació en Pátara, Asia central, hacia el siglo V. Después se trasladó muy al Norte hasta el siglo XVIII. Y los últimos tres siglos, por suerte para él, había vagado por el Sur de Europa. Son bien conocidas las tasas de mortalidad de yonkis en el Polo Norte, muy superiores a la media de los países industrializados. Estudios científicos demuestran que el quedarse tirado en la nieve no ayuda a bajar esas tasas.
Los primeros siglos de vida de Nicolás fueron tristes. Bueno como era, contemplar la decadencia y la muerte de todo ser que amaba le desquiciaba. Con el tiempo encontró su sitio en el mundo y, a su vez, una paz interior que poco a poco fue mitigando el dolor que sentía.
Tardó un siglo en hallar silencio en sus pensamientos, en poder crecer y en darse cuenta de que dentro de él existían poderes que ya quisieran para sí los más poderosos reyes del planeta.
Los fue descubriendo poco a poco. Chasquido a chasquido. Cada vez era más fuerte. Y cuanto mayores se hacían sus poderes, más miedo tenía de no saber qué hacer con ellos.
Decidió irse, lejos, hacía el Norte. Tardó tres años en llegar a un sitio donde creía que sus poderes no podrían dañar a ningún ser. Así que allí se quedó, pensando qué hacer con ellos y aprendiendo a controlarlos. Ese lugar lo conocéis con el nombre del Polo Norte.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Cuentos de navidad ( capítulo I)

Le costó conseguir caballo. Cada vez tardaba más y el esfuerzo lo dejaba extenuado. A pesar de los temblores Nicolás consiguió tirar del émbolo. La jeringa se llenó de sangre. En unos segundos su realidad volvería a ser inofensiva. Parecía que las sienes le iban a estallar, palpitantes de ansiedad. El dolor de los riñones desaparecería en el momento en que la sangre volviera a su cuerpo y la droga cumpliera su cometido. Tuvo la fuerza justa para chutarse. Se dejó caer al suelo. Estaba en un paso subterráneo. Olía el mar. Volvería a ser fuerte. Un toro. Se había cagado encima. Chasqueó los dedos y ardió un fuego en el interior del túnel. Esas excentricidades impedían que los yonkis le robaran cuando el mono, o el caballo, hacían de él un caramelo para la jauría de muertos vivientes que compartían calle con él. Sabía que no siempre había podido sentir el frío, ahora el mono y la humedad le hacían tiritar más a menudo de lo que Nicolás se pinchaba.
El tiempo discurre de otra manera para un yonki. No obstante, era consciente del largo camino recorrido junto a la intravenosa y de cómo iban menguando sus poderes mágicos. Al principio chasqueaba los dedos y aparecían cientos de gramos. Al momento volvía a chasquear y la cartera se llenaba de billetes. Fueron buenos tiempos. A medida que avanzó la oscuridad, los poderes de Nicolás menguaron. Ahora aparecía un mísero gramo. Se pinchaba tan a menudo que no tenía fuerza para hacer aparecer billetes. Así fue como acabó en la calle.

martes, 8 de septiembre de 2009

Sin noticias de Dios III



A los porteros, ante la imposibilidad de llegar al paraíso tras la muerte, no les ha quedado más remedio que buscarlo en vida. Ahora están en una isla del Pacífico hartándose de follar y de piña colada.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Reunión de pastores, ovejas muertas. Último capítulo: el desenlace.

bloody lady bathory by Victor Kobal
La mano de Néstor temblaba. Los seiscientos gramos de cuchillo tampoco ayudaban. Llevaba ocho capítulos soñando en una espiral de asesinatos y sadismo. Y ahora era incapaz de matar al mierda del director.
-No puedo, Helena, esto de matar… No sé. No deja de ser una persona.- dijo Néstor cabizbajo.
- ¿Persona? Este hijoputa es un violador de ancianas.- chilló Helena, que no estaba para ostias.
-Bueno, visto así…-
-Bueno visto así… ¡Memo! ¡Cobarde asqueroso! La cosa es sencilla. Tú y yo hicimos un pacto. Tú necesitabas una casa más grande, ibas a cometer una escabechina, decías. Tú, que no puedes matar a quien se lo merece. Y nosotras teníamos un cerdo viviendo en nuestra casa. Tú querías metros cuadrados. Nosotras queríamos justicia. Su muerte a cambio de la tercera planta donde vive el director y el uso de las zonas comunes. Y ahora tiemblas como un mierda. – Dijo Helena soltándole un bofetón.- Que no piensas hablar. ¡Eh! Tú, tarado. No nos dejas mucha salidas. O cumples o tendremos que dar de comer a ese culito que tienes.
Néstor no dudo ni un instante. Aquellos ojos no eran de viejecita sino de halcón. Atravesó el cuello del director. Lloraba a lágrima viva. Todas las viejecitas corrieron a abrazarlo. La primera en llegar fue Helena. Ella también lloraba.
-Perdona Néstor. Perdóname. Era necesario. Tuviste un momento de debilidad. Ahora somos tu familia y cuidaremos de ti. Todas las viejecitas abrazaron a Néstor. Todas lloraban. Y la ropa de todas se iba tornando roja.
Al día siguiente, Néstor hizo la mudanza. La verdad, la tercera planta era muy grande. A partir de ese día todos fueron felices y las viejecitas tuvieron su día de flujo semanal aunque Néstor tuviera que hincharse a Viagra para poder cumplir, pero eso ya es otra historia…

lunes, 31 de agosto de 2009

Sin noticias de Dios II


by Matus


Jesucristo se puso pesado en la puerta. A los porteros no les quedo más remedio que darle una paliza. Ha jurado que esos dos no pisarán el cielo.
Satanás, en un gesto de apoyo, ha emitido una nota de prensa diciendo que esos dos tampoco pisarán el infierno.
Ahora los porteros están redactando una carta al papa. Le preguntan si la encíclica en la que comunicaba que el limbo no existía iba en serio.

jueves, 27 de agosto de 2009

Sin noticias de Dios

chicken wings by Magnus

Jesucristo ha venido a buscarme. Por suerte, los porteros de la discoteca no le dejaron entrar. Este año no se llevan las sandalias.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Reunión de pastores, ovejas muertas. Penúltimo capítulo.

Fotografia: Terry Richardson


La Mari estaba en la cama. No fue difícil fingir que se tomaba la medicación. Hoy era viernes. Hoy tocaba flujo. Tocaba violación. Estaba preparada. Sexo consciente. Por la mañana se había depilado. Que fuera a ser violada no significa que no tuviera su corazoncito. A saber con qué pelos la habría visto el director. Sobre las doce oyó a alguien que se acercaba. Cerró los ojos. Escuchó cómo se abría la puerta. La moqueta amortiguó el ruido del cinturón al caer junto con el pantalón. Notó unos dedos en la boca. Tuvo que contenerse. Las sedadas no chupetean dedos. Mari no se había puesto bragas. El dedo entró sin oposición. Sin florituras, pero efectivo. El director consumó la violación cuando, a su entender, la Mari estaba lo bastante dilatada como para no dejar marcas. La Mari, en cambio, echó de menos el lubricante. A la tercera embestida el cuerpo inerte de la Mari recobró toda su fuerza. Toda la fuerza que pueda tener una señora de setenta y tres años. Y sujetándole con las piernas lo atrajo hacia ella diciendo: - Cabálgame, cabálgame jinete. Dale caña a este cuerpo serrano-. El director chilló e intento zafarse como los cangrejos. Fue a dar con el suelo.
La Mari reía – ven con mami, yogurcito- decía entre risas. La puerta de la habitación se abrió. Aparecieron seis viejas con Néstor. Entraron y cerraron la puerta.
-Que no les engañe mi polla, esto no es lo que parece- dijo el director, buscando su dignidad por la habitación. De la dignidad ni rastro.
-Bien, pues explíquese – replicó Helena.
- La verdad, la verdad… Eso es, sí, soy sonámbulo. Estoy tan sorprendido como vosatras.- balbuceaba el director.
- Pues, entonces, si usted es sonámbulo, eso lo explica todo. No tiene ninguna responsabilidad. Estaba usted dormido. No era consciente de sus actos.
-Bien, me alegro que todo se haya aclarado. Váyanse a dormir y mañana será otro día- se despidió dirigiéndose a la puerta.
-Espere, señor director ¿sabe por qué le entendemos? Porque nosotras también somos sonámbulas.- La sonrisa dejó al descubierto una dentadura perfecta. De esas que por la noche dejas en remojo.
Néstor aprovechó el desconcierto del director para golpearle con una porra en la nuca. Por unos segundos perdió el conocimiento. Antes de darse cuenta lo habían colocado ante la mesa. La cara pegada al tablero. El culo en pompa. Atado.
-Néstor, saca los juguetitos, que hemos venido a divertirnos- dijo Helena.
Néstor sacó siete consoladores con cinturón. Las viejecitas parecían niñas. Daban miedo.
-Yo la primera, que llevo un buen calentón – chilló la Mari.
-¡Qué vais hacer, perras!- aullaba el director. No paró de gritar, llorar y gemir durante los siguientes veinte minutos. Obviaremos sus diálogos de aquí en adelante.
La Mari se ajustó el cinturón y fue a matar. Estocada certera. Ninguna compasión. Antes de violarlo le plantó un bote de vaselina delante de la cara.
-Así la próxima vez que mantengas relaciones sexuales, te acordarás de utilizar lubricante, mamón- le escupió en palabras la Mari. La Helena fue la segunda. La sangre empezaba a ser abundante. Hasta la quinta, La Lourdes, nada significativo: más sangre, más sollozos. Sentían una macabra espiral de deseo. Cada vez más a saco. Con la sexta, la Pepa, fue un poco más complicado. Una operación de cadera. El palo del mocho sirvió como miembro. No tiene venas de silicona pero duele igual. Las compañeras le movían la silla de ruedas hacía atrás y hacía delante. La muy cabrona le destrozó por dentro. La séptima se negó, dijo que eso no era un ojete. Que no sabía lo que era pero que eso ya no era un culo.
- Tienes que matarlo, Néstor, así es como quedamos. No te sepa mal, mira como está, le harás un favor.

viernes, 21 de agosto de 2009

Reunión de pastores, ovejas muertas. Capútlo VII


Aún desconcertado salgo de debajo la cama. Busco en los cajones. Cojo un calcetín. Con un movimiento rápido le tapo la boca mientras con la otra le sujeto el cuello. Shhhhhhhhhhhhhhh. - Si eres buena no va a pasar nada -. La tiro al suelo sujetándola por el cuello. Me permito esta maldad, son años de ver cine. Ella está aterrorizada. Yo también. Cojo una silla y se la planto en el cuello. Me siento.
-A ver señora, esto va a ser complicado... Yo he venido a asesinarla-
Espero a que se mee encima y sigo hablando.
-El problema es que ha sucedido algo que me impide matarla sin contárselo antes. Supongo que querrá conocer la historia completa, long play. Bien, mi vida ha transcurrido sin logros, ni tachones significativos, ha sido una vida que a cualquier persona podría parecerle gris. Sin embargo para mí era plena, sin grandes decisiones ni problemas. Hasta que un día se me hizo pequeño el piso. Sin quererla marear, le diré que la decisión que tomé, una vez sopesadas todas las opciones, era matar a mis vecinos. Pero su muerte me podía traer complicaciones. Solución: crear un psicópata asesino e incluir el asesinato de mis vecinos en la espiral de muerte del psicópata.-
-La primera victima era usted- ya no veo miedo en su mirada, más bien cierta admiración.
“Podría el cabrón haberme matado mientras dormía ”, pensaba la vieja.
-Creerá que soy un hijo de puta por explicarle todo esto antes de matarla. Pero es que esa circunstancia lo ha cambiado todo: mientras yo estaba en la habitación ha entrado un señor y la ha violado. Un hombre con un tatuaje de serpiente en la pantorrilla.-
-Abb, abb, abbbbbb- dijo la vieja.
Le saco el calcetín de la boca. Empezaba a caerme simpática la vieja.
-Vayamos por partes. Lo del asesinato lo dejaremos para el final, si me lo permite, joven. A ver, yo lo único que puedo comprobar es que me ha despertado en plena noche, a pesar de la medicación, violentamente. No obstante el director de la residencia lleva un tatuaje en la pierna. ¿Tiene alguna prueba que sustente unas afirmaciones tan graves? -dijo la vieja con un tono que sólo una persona de mundo y acostumbrada a lidiar con la vida podría utilizar en una situación como ésta.
-Vayamos por partes, yo la podría haber matado ya. ¿Qué gano yo metiéndome en medio de una violación? Dígame ¿qué gano? ¿Eh?¿eh?.
-Joven, algo me hace suponer que usted no carbura del todo bien. Por eso quiero asegurarme.
-Bien, es sólo una intuición. Ya que tengo un cuchillo en la mano supongo que aceptará una orden. Tóquese el coño.
-¡¡¡Joven!!!- le recrimina la vieja.
-De acuerdo, tóquese la vulva. Y acuérdese de que el psicópata con cuchillo soy yo-. Espero unos segundos- ¿Ve?, a no ser que usted saque mocos por coño alguien se le a corrido dentro.-¿Me cree ahora?- le dije satisfecho.
-Eso explica, porué los miércoles segregaba flujo. Nunca el ginecólogo supo darme una explicación. Y los jueves la Mari. Y los viernes la Puri... El ginecólogo pensaba que le tomábamos el pelo. Habló de una conspiración de chifladas. ¿Flujo un día a la semana? Preguntaba con sarcasmo.
Bien, esto es lo que vamos hacer: si no recuerdo mal, me parece haber leído en Internet el capítulo I de esta historia. Usted se jactaba de ser muy pragmático, exactamente decía "funcional".
Helena, así se llamaba la vieja, le explicó el plan a seguir. Y a Néstor, cuantas más vueltas le daba, más funcional le parecía.
-¿Bueno, Helena, quedamos mañana sobre las doce, no?
-Exacto, Néstor y no te olvides de comprar los aparatos, sobretodo.

martes, 18 de agosto de 2009

Primero conquistaremos Manhattan


Hoy me voy a convertir en terrorista, será mi puesta de largo. No tengo ningún desequilibrio emocional ni enfermedad mental diagnosticada. No me violaron de pequeño, ni me pegaban en el colegio. Diría que he tenido una vida plácida o, si preferís, he sido feliz. No pertenezco a ningún pueblo oprimido, ni mi lengua está en peligro, ni los cuerpos de seguridad han diezmado a mi familia. Es un acto racional. Una reflexión y un profundo análisis de la democracia. Una consecuencia de leer más allá del titular en los periódicos, de tener una actitud crítica ante la realidad. Es la única manera de ser coherente ante la injusticia. Ante la imposibilidad de conocer a las personas que han hecho del mundo una multinacional. En vez de asesino, una opción más higiénica: me convertiré en terrorista. Sólo tengo una incógnita ¿sabré vivir con la conciencia turbia? No lo sé, pero es como el carnet de conducir, si millones de personas se lo han sacado yo también podría. Hay millones de personas con la conciencia turbia.
Nunca he tenido contactos con ningún tipo de delincuencia, así que pensé que los explosivos serían un problema. ¿Habéis oído alguna vez el término DIY, do it your self ? En Estados Unidos está causando furor. Si entráis en Internet encontraréis empresas, legales, que os venderán desde unos helicópteros (tamaño real)) para construir en casa, hasta aviones que pueden superar la velocidad del sonido. Os lo juro. Si escarbáis un poco más, también encontraréis explosivos. De esto último, yo no he encontrado ninguna empresa legal, pero haberlas haylas. Salgo de casa. Cojo la línea dos. Son tres paradas hasta Paseo de Gracia. La bolsa pesa veinticinco kilos. Salgo del metro y activo el i-pod. Enrique Morente cantando una canción de Leonard Cohen: primero conquistaremos Manhattan.


Me condenaron a veinte años de hastío
Por intentar cambiar el sistema desde dentro
ahora vengo a desquitarme.


Subo las escaleras del metro. Tengo miedo. Miedo a cambiar de decisión. A que en el último momento no sea yo el que decida. Que alguien me empuje y que todo deje de tener sentido. Miedo a perder. Pocas cosas he terminado en la vida. No me gustaría que ésta también fuera una de ellas. Nadie me empuja.


primero conquistaremos Manhattan
después conquistaremos Berlin
Me guía una señal en los cielos


Estoy en la calle. Veo el edificio de la Bolsa de Barcelona a cincuenta metros. Cruzo. Respiro hondo. Intento no pensar. Creo en un mundo mejor. Y, si no en un mundo mejor, sí en que sobra mucha gente en éste.

me guía esta marca de mi piel
me guía la belleza en nuestras armas


Entro. Nadie me impide la entrada. Nadie parece mirarme. Voy al lavabo. Dejo la bolsa. No tengo conciencia de realidad. El mundo ha dejado de existir.


primero conquistaremos Manhattan
después conquistaremos Berlin


Un golpe de calor al salir me recuerda que estamos en agosto. Cojo el teléfono. Marco.


Quisiera estar siempre contigo
me gusta tu cuerpo, tu espíritu, tu ropa
pero ¿ves esa fila que avanza en la estación?


Al tercer tono avanzo hacia el metro. La explosión casi me tira al suelo. Sigo andando con una nube de polvo a las espaldas. De repente es de noche. Camino y escucho la canción.

te dije, ya te dije que yo era uno de ellos
Me amaste como perdedor
y te preocupa que pueda vencer
sabes como detenerme
y no me sabes tu comprender
¿Cuántas veces recé para volver a empezar?
Primero, conquistaremos Manhattan
después conquistaremos Berlin

Musica Enrique Morente y Lagartija Nick ( letra Leonard Cohen)

martes, 11 de agosto de 2009

Reunión de pastores, ovejas muertas. Capítulo VI



El incidente con el policía, cómo explicarlo, me depiló el alma. Depilación brasileña of course. Me ha quedado el alma como los muslos de una quinceañera.
Por la noche he podido colarme en la residencia en busca de mi vieja. Hoy será mía. Son las tres de la mañana y estoy dentro de la residencia. Una puerta abierta, un vigilante dormido. No parece que haya cámaras. Miro en la habitación ciento uno, ciento dos, ciento tres, ciento cuatro, ciento cinco, habitación la viejecita los cojones. Entro. Veo cómo su diafragma sube y baja de forma armoniosa, algún ronroneo que otro. Pienso en abrirle la cabeza para ver con qué sueña, ¿sueñan acaso las viejecitas?, pero sólo he traído un cuchillo. Con él empujo la sábana, y me encuentro lo esperado: gallina vieja.
Al oír un ruido tengo el tiempo justo de deslizarme bajo la cama cuando se abre la puerta.
Veo unos zapatos avanzar hacia mí. Yo no me muevo. Sobre los zapatos, unos pantalones que se arrugan y un cinturón que al caer golpea el suelo. Yo sigo sin moverme. En estos momentos soy sólo el observador de un baile que no acabo de descifrar. Los pantalones bajados dejan entrever el tatuaje de una serpiente enroscada a una cruz.
La serpiente desaparece, la cama desciende unos centímetros. ¿Qué quiere este cabrón? Mierda, no puede ser. La cama empieza a crujir a ritmo constante, y la abuela jadea entre sueños.
-Ven con papi, te voy a llenar de leche que a tu edad necesitas calcio.
Y así veinte minutos. En estas situaciones , uno tiende a ser más humano, tiende a sentir empatía. ¿Qué hago? ¿La mato cuando acaben de violarla o le explico cómo abusan de ella mientras duerme sedada? No será fácil hallar la respuesta, no cuando uno tiene conciencia de que la ética es un poliedro e¡ql cual a veces no es fácil de encontrarle la cara buena.

martes, 4 de agosto de 2009

Reunion de pastores, ovejas muertas. Capítulo V

El hijo puta era bueno en su trabajo. Con dos ostias bastó para hacerme sangrar como un cerdo. No podía pegarle, mi falsa identidad dependía de mi autocontrol. Así que no me quedó otra.
-Pero ¿qué haces anormal, no ves cómo sangro? -le grité.
-No me grites o te doy hasta que llores como una mujer.-
-Lo digo porque tengo el Sida y también soy de izquierdas, y no sabría decirle cuál de las dos es más contagiosa, señor agente – una leve sonrisa me iba transformando la cara. Se la estaba metiendo hasta el segundo anillo del recto.
-¡Dios! ¡Dios! -dijo el agente desplomándose de rodillas en el suelo y alzando las manos.
-¡Dios, Patria y Rey! Si al final resultará que es carlista -empezaba a disfrutar de la situación.
-Dios, ¿de qué crees que tengo más posibilidades de contagiarme? - implora el policía
-Sin duda es más agresiva la bacteria del izquierdismo.
-¡Nooooooooooooooooo!, es el final de mi carrera –llora, pero yo me esfuerzo en entender cada palabra, son un dulce alimento.
-Mátame. No quiero vivir así -solloza el policía ofreciéndome su pistola.
-Mejor cierra los ojos, no querrás que que lo último que veas sea un guarro como yo- Dios, cómo estaba disfrutando.
-Gracias, tienes razón- dijo cerrando los ojos.
Disparé a pocos centímetros de la oreja. Con el tiempo se daría cuenta que ni tenía el Sida ni era de izquierdas, pero sí sordo como una tapia

domingo, 2 de agosto de 2009

Bam ! disparo



Una pared blanca. De repente, el blanco se parece a las cartulinas que enseñan los psiquiatras. Hay quien ve una flor y hay quien ve una penetración tan real que tiene una erección. La mancha es roja. En el interruptor se ha clavado una esquirla de cráneo. Una bala sale de la parte posterior de la cabeza. La cabeza se inclina un poco. La bala tarda una milésima de segundo en destrozar el cerebro. Un agujero perfecto, en la parte frontal, sin quemadura de pólvora. Suena un disparo. Hace una tarde soleada.

jueves, 30 de julio de 2009

Nota de prensa del ministerio de sanidad


Comunicado oficial del ministerio de sanidad

Debido al incremento en los servicios de urgencias en el área de ginecología, esta partida será cargada a la empresa sueca Ikea. El ministerio afirma categóricamente que es incierto que “ donde caben dos caben tres”, como los miles de desgarro han confirmado .


La menestra.

martes, 28 de julio de 2009

Capítulo IV reunión de pastores, ovejas muertas

Capítulo IV.-

Cómo la vieja de los cojones vuelve a aparecer en mi vida.

Yodo. Mi vida depende de que encuentre yodo. La vieja tenía todos los dientes, como certifica el contorno del agujero de mi brazo, y creerá Dios que ni uno del mismo color. No he visto tantas tonalidades de negro ni en una procesión. O encuentro yodo o no me salvan ni los yogures con bichitos. A pesar de mis angustias, en la farmacia de la esquina tenían yodo, por suerte.
Una vez asegurado el tener un futuro y después de un bajón, no por inesperado ilógico, las tornas se han dado vuelta. Ya no es una historia del chico del piso pequeño, noooo, ahora hay otro sumando. Ahora, es una cosa entra la vieja y yo. Ahora, además, es personal.
Tres días enteros frente al supermercado, hasta volver a ver a la vieja, cosas de la pensión, supongo. Tres días haciéndome pasar por mendigo, bueno, pasándolas putas porque como bien suponéis yo soy más bién actor del método. Así que llevo tres días mendigando en la puerta del supermercado, durmiendo con mi cartel “ayúdenme a no dar pena, suéltenme pasta. Juro por Dios que no es para vino”. El resultado, 23,04 euros, tres insultos, dos intentos de evangelización y la constatación de que cagar en la calle es una de las liberaciones más grandes que le queda al ser humano. Nunca he estado tan cerca de mi lado animal. Al fin, ya es mía.
Si no fuera por el pestazo, el seguimiento a una persona por parte de un mendigo sería tarea fácil. Post it mental, posibilidades de negocio: agencia de detectives sin techo. Aún caerá una subvención. Vivan los fondos de cohesión de la Comunidad Europea.
La ventaja de seguir a una persona anciana, yo también se utilizar argot correctito, es que va despacio. Así, después de tres manzanas, que parecieron tres sandías llegamos a un punto muerto. Vivía en una residencia. Cada momento que pasaba admiraba más a la clase delincuente… qué difícil es matar a una persona. Saqué el móvil, una foto podría ser de ayuda.
-Guarro, ¿a quién le has robado el móvil?- dijo un mosso de esquadra que apareció de la nada.
-Disculpe, señor agente, como puede ver yo no soy ningún punky, así que creo que el adjetivo guarro debe ser un error. Pídame perdón y zanjemos este triste incidente-dijo Néstor.
-Disculpe, caballero, no me he dado cuenta- dijo un sorprendido policía-¡Pero qué dices anormal! yo te llamo guarro y si quiero de meto dos ostias .
-Me parece notar una cierta hostilidad.-
Las dos primeras ostias no las vio venir.

jueves, 16 de julio de 2009

Reunión de pastores, ovejas muertas. Capítulo III

Capítulo III.-
Néstor comprueba la dificultad que conlleva trasladar un plan del lápiz al papel
.

Ocho de la mañana, he dormido siete horas. Me ducho. Me preparo para salir. Tomo algunas precauciones. En una ciudad de unos dos millones de personas, mayoritariamente blancas, le graban a uno unas 400 veces al día entre comercios, bancos, instituciones y otro tipo de cámaras. Una gorra, treinta minutos de caracterización y un tatuaje en el brazo, que harías bien en llamarlo calcomanía: mi madre monta una Harley. Una vez en la calle, no sabía por dónde comenzar. ¿Cómo se busca una pareja apta para ser asesinada? Poco a poco me inunda una sensación de pánico. Comienzo a recitar un murmullo, una especie de mantra “soy funcional y eso me define”, poco a poco dentro de mi mente a la idea se le van sumando instrumentos. Soy funcional… más batería. Soy funcional…más batería y saxofón. Soy funcional…más batería, saxofón y violines. Soy funcional…más batería, saxofón, violines y coro. Coño, soy cojonudo, el mantra no sólo me ha otorgado valor sino que también me ha levantado la polla. Reiniciado, con una misión, la determinación hace que mis piernas avancen.
En una investigación sobre asesinatos en serie, la localización de los homicidios tiende a crear un círculo. El centro del mismo es un punto geográfico próximo al domicilio de asesino.
Miro a la gente, sin saber qué criterio utilizar. ¿Me baso en Dios y doy carnets de buenos y malos? ¿Una limpieza intelectual? ¿O a suertes? Quizás la primera vez con una persona manifiestamente débil ya me sirva.
¿Dónde se encuentra una persona débil? ¿ Y cómo se accede a ella? Ni idea, improvisaré. Cojo el metro. Lo dejo. No sé dónde estoy. Estoy colocado de miedo. El barrio parece el decorado de un videojuego, nada se asemeja a la realidad. Camino. Veo salir a una anciana de un supermercado, lleva dos bolsas. Es una anciana, una persona débil, apuesto a que sí.
-Disculpe, señora. Déjeme ayudarla con las bolsas…deme, deme, que deben pesar.
-Gracias hijo, pero este barrio esta cada día peor. ¿No me querrá violar, caballero? -preguntó la señora francamente preocupada.
-Por Dios no diga tonterías, yo nunca le haría eso- empezaba a pensar que el mundo se había vuelto loco, cada día la gente está peor.
-¿Ah, no? ¿ y porqué?-exigió secamente la mujer.
Parece que había encontrado un victima que se lo merecía, cosa que no me importaba.
-Señora, nunca la violaría, a no ser que usted me lo pidiera, y entonces, no creo que lo pudiéramos llamar violación. Sería una relación consentida. Por lo tanto me enorgullece poder decirle taxativamente que no la violaría nunca. Y una vez solventado este punto ¿me deja usted las bolsas para que pueda ayudarla?
-¡Socorro, Socorro! ¡Este degenerado se ha propuesto sodomizarme encima de ese coche! ¡Llamen a la policía! ¡Socorro!- la vieja chillaba como una poseída.
-Qué dice, mujer perturbada, yo no he sodomizado nunca a nadie y está de guasa si piensa que iba a empezar con usted. No me muerda puta, pero cómo es que tiene dientes a su edad. Aaah. me ha arrancado un trozo de carne. Vayase con el inserso, cabrona- me voy corriendo no por la gente que viene sino porque la abuela de los cojones es un peligro.
Empiezo a intuir que mi exilio voluntario de la sociedad me ha convertido en un tullido social.

lunes, 6 de julio de 2009

Reunión de pastores, ovejas muertas. Capítulo II


Capítulo 2.-

Cómo los conocimientos del autor se unen a los de Néstor y organizan un plan.


Tengo ansias de matar pero ya no son impulsivas, simplemente están ahí. Las he guardado en un cajón y las llaves al bolsillo.
Cojo lápiz y papel. Planteo el problema como si fuera matemático y redacto un enunciado:
Un individuo vive en un piso la superficie del cual es pequeña para sus necesidades. El piso contiguo está ocupado por dos vecinos, y éstos tienen contrato por cuatro años más. El Sr. Rafael, propietario del piso, se niega a echar a los vecinos. ¿Qué he de hacer para quedarme el piso de al lado en el mínimo tiempo?
Nivel aprendiz: 45 minutos en resolver el problema.
Nivel intermedio: 30 minutos en resolver el problema.
Nivel máster: 22 minutos en resolver el problema.
Al cabo de 27 minutos ya tenía los primeros esbozos de mi plan. Era sencillo, dividir los problemas en problemas aislados y dar soluciones a las partes en lugar de soluciones globales.
A los cinco minutos ya tenía claro que la solución pasaba por asesinar a mis vecinos. Después de la llamada telefónica al Sr Rafael, tenía algunos números para que formara parte de la lista de sospechosos. Siempre hay una lista de sospechosos.
No me puse nervioso, tenía parte de la solución. Cogí confianza. Ya sabía la dirección, sólo era cuestión de buscar el itinerario ideal para no acabar en la cárcel.
Lo ideal sería que la muerte de los vecinos formara parte de una cadena de hechos que hicieran imposible a la policía separar la muerte de sus antecedentes. En el segundo paso agoté 13 minutos.
Está clarísimo… exacto, vais bien por ahí. Sí a mí también me parece un poco de hijo de puta, pero, claro, la solución matemática a un problema no tiene consideraciones éticas.
Una vez sabía que los iba a matar y, al menos, a tres parejas más para despistar a la policía, la cosa empezó a coger cuerpo. Por un momento luché para descartar el plan por la locura del mismo, pero sabía que empezaba a ser un plan cojonudo.
Ahora tenía que buscar el elemento que haría que el asesinato de mis vecinos formara parte de la cadena de asesinatos. Ese elemento no podía ser otro que el sadismo. Ocho minutos más.

viernes, 19 de junio de 2009

Reunión de pastores , ovejas muertas ( capitulo I )






Funcional, así soy yo. Hay gente que cree que son piscis, capricornio o, incluso, sagitario. ¡Sagitario! Yo no, yo simplemente soy funcional. Desde pequeño tuve conciencia de ello y no me importó lo más mínimo, igual que a los animales. Ellos también son funcionales. Yo soy un animal, cultivado, pero animal al fin y al cabo.
Tengo treinta y ochos año. Estoy en forma. Soy feo. Soy alto. Soy ateo. Tengo dos licenciaturas. Cinturón negro de kárate. Lector compulsivo. Como para alimentarme, y trabajo como si la vida no me fuera en ello, porque os diré un secreto: la vida no me va en ello. Tengo un atributo que no es funcional, la arrogancia, del cual disfruto en soledad. Sólo hay que bajar a la calle y dar una vuelta para sentirse arrogante, es tan fácil.
¿Que la infancia es la explicación a todo? Puede, yo no lo creo. Viendo las series televisivas de hoy en día no hay un psicópata al que no hayan pegado de pequeño, ni un violador del que no abusaran, ni niño con separación a cuestas que no haya padecido una depresión en su vida.
Mi familia: padre, madre. Ésas son las variables con más peso en mi vida. Dos amigos son las dos últimas variables estables. Después, un subconjunto de variables, que surgen al interactuar con la sociedad. En una ecuación, cuantas más variables menos funcional, así es que siempre he luchado, sin que supusiera ningún esfuerzo, por llevar una vida pobre en variables, rica en tranquilidad. Una cosa funcional es una cosa sencilla. Mi vida es sencilla, y a mi modo de ver completa.
Mi infancia, como la de todos los niños, fue funcional, decidían por mi. No me tenía que preocupar por nada que no fuera comunicar a mis padres lo que necesitaba. Si tenía que llorar, lloraba. Si tenía que gritar, gritaba. Si tenía que besar, me jodía. Ya lo entenderían con lloros o gritos.
Mi primera experiencia disfuncional fue la separación de mis padres. Mi madre no era feliz. Ella pensaba que mi padre no tenía objetivos en la vida. Para ella los objetivos tenían que ser un camino, incluso creo que se habría contentado con un sendero, pero siempre de subida. La frase 'que me quede como estoy' le parecía una ordinariez. El dolor era sincero. Quererse no es sinónimo de nada. Los estados de ánimos no tienen sinónimo, se viven. Yo debía tener doce años. Eran buena gente, me dejaron escoger con quién quería vivir. Así que, como los objetivos de mi padre eran más funcionales que los de mi madre, la elección estaba tomada.
Mi infancia fue feliz y mi llegada a la adolescencia también. Me planté con dieciocho años en un mundo confortable que yo había construido a mi alrededor. Claro está que mi mundo no era impermeable a la curiosidad humana y a los actos que de ella se desprenden, pero sí que era lo suficientemente estable y estanco para que yo lo pudiera considerar mío.
Me une al mundo que soy un ser humano. Me aparta de él que no lo entiendo. En los últimos años, por ejemplo, han proliferado los restaurantes con I+D (imaginación más diseño). Pues bien, yo como ensaladas, cosas a la plancha y leche, mucha leche. La ensalada sin aceite porque, si no, sabe a aceite y no a ensalada. Como porque he de comer para subsistir pero no gozo con ello, simplemente me quita tiempo.
¿Con qué gozo? Con mi formación intelectual, la lectura y el deporte. Un asceta del siglo XX. Leo mucho. Muchas veces en inglés porque es funcional. Así que aprendo inglés mientras gozo.
No salgo por las noches. Es demasiado peligroso. Un día salí con unos amigos a una discoteca. Estábamos en los lavabos cuando irrumpieron en él tres miembros del personal de seguridad. Nos acusaban de haber lanzado gases lacrimógenos. Eran torres vacías que gestionaban mal la violencia. Me quisieron acorralar. Yo cogí a mis amigos y los llevé a la calle. Ellos estaban blancos como yo. No me puedo permitir pelearme, podría perder el control y haberlos matado. La cárcel no es funcional. La noche es peligrosa.
Las mujeres son otro inconveniente en la búsqueda de la sencillez como formas de vida, las caté. Las sufrí. Y las aparté. Una buena paja y tu vida es sencilla. Una buena mujer y continuas haciéndote pajas. Lo que no es necesario es superfluo. No hay ecuación que resista a una mujer. ¿Existen las ecuaciones de variables variables? Lo dudo.
Y en ésas estaba mi vida, cuando vino la peor de las disfunciones: mi piso se quedó pequeño. Pardiez, mierda de vida. Odio los cambios. Odio mis necesidades. Sin duda necesitaba más espacio. Problemas de biblioteca, problemas de trabajar en casa. Años construyendo mi mundo y zas.
El mercado no estaba para vender el piso. Los bancos no querían saber nada de una persona sin nómina. Años apartándome de la sociedad y ahora la sociedad me apartaba a mí. Mi mundo se resquebrajaba. Por Tutatis, este cielo romano se cae sobre mi cabeza mientras la vida se me escurre entre las manos. Años educando mis necesidades...pero el ser humano es así, bosteza y crea una necesidad.
Fue un Domingo, a las tres la mañana, cuando tuve conciencia de que mi piso era pequeño. No dormí. La materia gris no paraba de buscar soluciones. Desde el suicidio al cambio de barrio. Pasé de la risa al llanto. De la masturbación a la autolesión. De la cordura a la teletienda. Hasta que, a las siete de la mañana, en un estado de semiinconciencia, cerré los ojos y me dormí.
Cuando abrí los ojos tenía el techo a unos diez centímetros. Mi cerebro me enviaba un aviso: No olvides que se nos ha hecho pequeño el piso. Cómo coño se me iba a olvidar. En cuanto el cerebro certificó que me acordaba el techo volvió a estar a dos metros cuarenta centímetros. Como siempre.
Me desperté con la sensación de tener la respuesta. Me tapé las orejas con las manos y apoyé los codos en la mesa. Una masa negra se apoderó de mi cabeza. Se hizo el silencio. A medida que pasaban los segundos me aplastaba con más y más fuerza. Y de repente vi cómo entre la negrura avanzaba una carta de Trivial desde los lindes mi mente. Giraba sobre sí misma, acercándose. Hasta que las soluciones se plantaron ante mí.
a) Quemar la casa conmigo dentro.
b) Adaptar mis necesidades a mi posibilidades .
c) Decir al señor Rafael que sí.
Me esforcé en volver la carta. Era nuevo en el campo del poder mental. Apreté tanto como pude. Cerré los ojos y apreté, cerré los puños y apreté. Nada. La puñetera carta no giraba...
Eureka, la carta gira a la vez que me cago encima. Me he cagado, de verdad, en los pantalones.
Respuesta correcta: Decir al señor Rafael que sí.
Sin tiempo de limpiarme el culo llamo al señor Rafael
–Hola señor Rafael soy Néstor, su antiguo vecino.
–Hola muchacho, siento mucho la muerte de muerte de tu padre. Me enteré hace unos días. Pensaba pasar esta semana para darte el pésame. ¿Fue hace dos meses, no?.
-Sí, sí. Yo le llamaba para decirle que sí- me comía las palabras, tenía prisa para conocer la respuesta.
-No te entiendo, Néstor- Rafael empezó a pensar que la muerte le había afectado. Una gran demostración de amor.
-¡Cómo que no me entiende! Hace dos años me dijo si quería alquilarle el piso, para independizarme y continuar en el barrio. Ahora sí, lo quiero. Lo necesito, señor Rafael.
-Mira chico, siento la muerte de tu padre. Veo que estás un poco alterado. Es comprensible. Pero, tú sabes que tienes vecinos, ¿no? Pues se debe a que me alquilaron el piso. Hace casi dos años. Tienen contrato para otros cuatro. Lo único que puedo hacer es, dentro de cuatro años, y antes de renovarles, preguntarte si aún estas interesado,- decía. Inquilinos que en dos años habían pagado sin un retraso, ni un problema. Ni loco les iba a renovar. -pensó.
-Siento oir eso.- Colgué. Me senté en el suelo intentando buscar una solución hasta que el tacto de la mierda se me hizo insufrible. Después de lavarme sólo estaba de mierda hasta el cuello, en sentido figurado, pero apestaba igual.
Lo voy a matar. Señor Rafael, le comunico que va a fallecer de una forma muy dolorosa pero a la vez inodora. Quiero el piso. Quiero el puto piso. Lo necesito. Llevo 38 años mentalmente estables y de repente, ya no. Se fue mi estabilidad junto a Laura Pausini. ¿Me la he pelado alguna vez pensando en Laura Pausini? Creo que no. Post it mental: pelármela con Laura Pausini.
Mi corazón viaja por todo mi cuerpo, los latidos me indican las paradas que hace. Me siento, apoyo la espalda en la pared y dejo caer la cabeza entre las rodillas. Intento controlar mis miedos. Los cabrones están desbocados. Y decido no moverme un centímetro hasta saber cómo he de actuar.
Llevo cuatro horas y sólo sé que lo quiero matar. El señor Rafael tiene dos hijos que deben ser los herederos legítimos. Dos dueños del piso, y los vecinos aún tendrán contrato por cuatro años más. Si no he podido conseguirlo con un propietario, con dos tendría la mitad de posibilidades. Si mi ataque de angustia no me nubla la mente la mitad de cero posibilidades son cero posibilidades. Y sin embargo aún lo quiero matar. Suenan las trompetas, los ejércitos se preparan. A mi derecha, las jaurías de mi instinto asesino y mi izquierda el lado funcional. Mi lado funcional se despliega en una táctica envolvente. Un ataque frontal mientras los flancos ejecutan un avance perfecto hasta crear un círculo, y patean mis ansias de matar. La lucha es desigual. Un ejército es disciplinado, el otro es un grito sin general. Estoy tan cansado. Dejo de luchar por mantenerme en pie. Ya leeré mañana en el periódico quién ha ganado.
Me despierto con dolor de espalda. Tardo unos segundos en orientarme. Me levanto y enciendo el ordenador. Busco las ediciones digitales de cualquier diario de tirada nacional. Me sudan las manos. Qué será, qué será:

EJÉRCITOS FUNCIONALES PATEAN EL CULO DE INSTINTOS ASESINOS.
La victoria no fue absoluta. Un número indeterminado de Instintos anda suelto.

martes, 2 de junio de 2009

Ojos que no ven corazón que no siente

Tres llamadas en el móvil. Es Sara. Qué raro. Pesada! Son las nueve de la mañana. Me levanto. Enciendo la tele. Bostezo. Me toco la polla. Voy a mear. Aprovecho y me ducho. Sólo ducha nada de paja. Miro el móvil. Me reclama, tres llamadas perdidas. Imposible ignorarlas. Enganchado al móvil o a la gente, la cuestión es estar enganchado. Seis tres cinco seis cinco cuatro tres y dos números más (no sea que nos caiga una demanda).
-¿Dime pesada, qué pasa? – intento poner un tono neutro, tres llamadas a las nueve no pinta nada bueno.
-¡Hola Marcos!- tiene voz de borracha– Estoy jodida, me peleé ayer con Javier y no he dormido.
-Joder, intenta dormir. Seguro que haréis las paces por la tarde, pero necesitarás haber dormido- intento ir acabando, la llamada me molesta.
- No lo quiero ver- empieza a llorar.
Está jodiéndome la mañana. Es la novia de mi mejor amigo. Está buenísima. Pero sigue siendo la novia de mi mejor amigo.
-Ven a mi casa, por favor, por favor. Tengo miedo de lo que pueda hacer –implora.
-Sara, Sara, dame cinco minutos. Te llamo- Intento ganar tiempo. Localizar a Javier. Enviarlo a casa de Sara. Que eche un buen polvo. Y tener la mañana para mí. Javier tiene el móvil apagado. ¡Mierda! Todo indica que me voy a comer una mierda que no es mía.
Vuelvo a llamar a Sara.
-Hola, soy yo. A ver, dame quince minutos. Y deja de beber- ya me he metido en papel. Cuelgo. No doy tiempo a que conteste. No me interesa lo que tenga que contarme. No tengo posibilidades de follármela. Habrá que solucionarlo rápido. Nada que ganar, mucho tiempo que perder. Vuelvo a llamar a Javier, sigue apagado. Dejo mensaje. La idea es clara, darle valiums hasta que se duerma. En un cuarto de hora estoy llamando a la puerta.
Me abre Sara. Lleva unas braguitas azul claro. Un top de de superman. Y un envolvente pestazo a vino. Tiene la cara destrozada de llorar, el cuerpo perfecto. Entro y la sigo hasta el comedor. El comedor es un comedor, con su puerta, su mesa, sus dos sofás, su balcón y su suelo. Coño, no puede ni hablar. Sus pechos, pequeños, luchan por desgarrar el top. Y las braguitas, al seguirla se han convertido en tanga. De repente no tengo tanta prisa. Los valiums siguen en mi bolsillo.
-Es un hijo de puta -cae al suelo entre convulsiones. Voy a la cama, sin prisa, nunca mueren. Cojo la almohada y se la pongo debajo la cabeza. Está inconsciente. Aprovecho para investigar. En la habitación hay cuatro botellas de vino vacías. Cojo una silla. Me siento delante de Sara. No me preocupa su salud, simplemente es esta borracha.
Miro cómo respira. Me estoy poniendo como una moto. Me levanto. Voy a la cocina. Cojo un vaso de agua. Me acerco a Sara. Le sujeto el cuello, con delicadeza, e intento que beba. Ella gimotea. Yo dejo que el agua caiga en su boca cerrada y resbale hacia su pecho, hasta que el top se convierte en una transparencia. Vuelvo a sentarme. Joder. Hasta ese momento no me he atrevido a mirarle el coño. Sabía lo que pasaría.
Le grito al oído. Ni se mueve. Ni abre los ojos. Me siento en el suelo. Le acaricio las piernas. Lentamente acerco la mano a su sexo. No noto respuesto. No tiene sentido andar con rodeos. Hace rato que tengo preparada la polla. Aparto las braguitas. Y me la follo. Cuatro triste embestidas. Demasiada excitación. Antes de correrme la saco. Me corro en su boca. Kleenex, no queremos lamparones cuando se levante. Le obligo a beber un vaso de agua. Llamo a Javier. Buzón de voz.
-Javier, llámame, estoy hasta los cojones de cuidar a tu novia.
Cojo a Sara. La llevo a la cama. Busco un pantalón de pijama. Bajo la persiana. La dejo durmiendo la mona.
Voy al comedor. Al cabo de una hora llama Javier.
-Coño, ¿qué ha pasado?- no descifro su tono.
-Que qué ha pasado, que me ha llamado tu novia a las nueve de la mañana. Borracha, llorando que no quería vivir. Ahora está dormida. Vente a su casa que estoy hasta la polla- dije.
Diez minutos después Javier había llegado. Le expliqué todo. Bueno, todo, todo no.
-Te debo una, gracias- Me dice Javier mientras me abraza.
-No me debes nada, no seas idiota-
Fui a casa. Una ducha. Remordimientos, ya se sabe, la primera vez. Con un poquito de asco de mí mismo seguí a mis cosas. A las diez me llamó Sara
-Hola Javier, llamo para disculparme – estaba acojonada.
-Chica, no te has de disculpar de nada- yo alerta, no sabía hacia dónde iba la conversación.
-No me acuerdo de nada. Javier me ha dicho que te llamé y pedí ayuda.
-Me llamaste llorando, no querías vivir más. Así que fui hacerte compañía hasta que localicé a Javier -dije. – ¿De verdad que no te acuerdas?
-De nada-dijo Zara.
-Te lo cuento, pero no se lo digas a Javier. Me abriste con tanga y quisiste que follásemos –dije entre risas.
- Y que pasó ¿follamos? -
-No. Eres la novia de Javier. Te puse el pijama y te acosté- dije, serio.
-Hoy he roto con Javier. No lo quiero ver en mi vida y, ¿sabes? las buenas acciones tienen su recompensa, ¿qué te parece si cenamos un día de estos?

Historia de vida ( segunda parte)

En memoria de tio José

Mientras me voy relajando adquiero conciencia de lo ocurrido. Tiene una explicación sencilla, como suele ocurrir, y no es más que al ir subiendo, porque floto, de eso no hay duda, mi cabeza ha alcanzado el techo con el correspondiente chichón que yo he tenido a mal confundir con la colleja, a la vez que con un negro. Y no sólo eso, sino que medía dos metros (a estas alturas, y no sólo por estar flotando, ya no quiero saber nada de las pulgadas). ¿Dónde está mi negro?. Yo quiero al negro.
Rebobinando. Tengo cáncer. Me muero. Me han sedado. Estoy volando. Y quiero a mi negro. O un chochito, aunque lo tenga un negro, ¿un negro bajito, quizás?.
Miro hacia abajo. Estoy en mi habitación. Veo mi cama, mis medicamentos, a mi mujer y a mí. Esto ha sido mi último mes de vida. Tengo 47 años y se ha acabado la película. Y como en toda buena película, el prota muere.
Mi mujer está llorando a mi lado. Hasta el último momento me ha de joder. Supongo que eso el amor, joder con la persona que te jode.
Escucho hablar en el jardín. Tomo impulso, me ayudo con la lámpara e intento llegar a la puerta de la terraza. Aferrándome al marco de la puerta consigo bajar hasta el suelo. Un pequeño salto y estoy en la barandilla de la terraza del primer piso. Eureka. Son mis hermanos hablando en el jardín. Qué coño hacen en el jardín.
-¡Eo, eo, estoy aquí!– grito, agarrado a la barandilla.
-…el otro día en el mítin de Rosa Díaz me encaré con ella, derecho fundamental la educación en castellano, puede. Pero por encima está el derecho a comer. Y no supo qué decirme.- comentaba uno de mis hermanos.
-Si no creo en Dios que es todopoderoso como voy a creer en la democracia que está hecha por el hombre- le contestaba otro.
- ¿Una revolución? Como no sea en impagos ya me dirás tú.
Si no me muero de esta, que parece que sí, yo me los cargo. Hijos de puta. Que me muero. Y tenéis conversaciones de primero de sociología en barra de bar.
Si es que lo veo claro. Mi muerte es producto de mi comprensión de la sociedad. La vida no puede permitir que los seres adquieran un grado de comprensión tal que les otorgue la capacidad de destruirla. Igual que el ingeniero tiene capacidad para decidir en qué pared se ha de poner la carga explosiva, un estudioso del hombre conoce los resortes para destruirlo y, lo que es más peligroso, las teclas para que se subleve.
Es posible que esté ensalzando un poco mi inteligencia pero en caso de muerte, ya se sabe, el ego y las mujeres primero.
Regreso a la habitación. Suelto la puerta y poco a poco voy subiendo hasta que vuelvo a estar en el techo acurrucado en una esquina…
…Abro los ojos. Continúo colgado. Mi cuerpo en la cama. Mi mujer tumbada al lado. Yo, hueso. Ya no llora. Eso me alivia. Sostiene mi mano y la acaricia. Yo me fijo en el camisón. Bueno, me fijo en cómo le queda el camisón. Juraría que no lleva bragas. Coge mi mano inerte y se acaricia los muslos con ella. Mi cuerpo no siente nada, pero yo me estoy poniendo por las nubes, suerte del techo.
Me aferra la mano y se la pone en todo el coño, muy poco delicada, ella. A bulto. Y se refriega toscamente. Algo le hará, porque el ritmo se acelera.
Yo me estoy poniendo como una moto. Recostando la espalda en la pared, me la saco. La cojo con una mano y le arreo dos bofetones a la parte sobrante. El glande, sorprendido, se sonroja. Casi al instante un torrente de sangre alza mi polla. Podría romper ladrillos con mi puta polla. Y empiezo a masturbarme como un condenado.
El ritmo de su respiración aumenta al tiempo que se mete mi dedo en el coño. Empieza despacio. Tiene ojos de cachonda. Se mueve, de forma exagerada pero sincera. Contrariedad. Parón. Me agarra la mano entre las suyas, y a modo de rompenueces, me disloca el dedo gordo. Hijadeputa. Sabe ponerme cachondo. Acto seguido se introduce la mano entera. Gime como una perra. Y yo arriba, en el techo, pelándomela hasta desollarme. Gozo como si viviera. Arriba, abajo, arriba, abajo, mi mano va sola.
Con los ojos entrecerrados creo adivinar que se ha metido hasta el antebrazo, justo cuando me corro. Una parábola perfecta. Un chorreo inagotable le atraviesa la cara mientras ella saca el antebrazo, empuja des de dentro y suelta cantidades ingentes de líquido.
Qué bello espectáculo.
Tomo conciencia de que ha sido nuestro último momento de felicidad, tal vez el primero. No lo sé, nunca he sido hombre de mirar atrás.

viernes, 29 de mayo de 2009

Historia de vida ( primera parte )


En memoria de mi tío Jose.

De repente me elevé. Poco a poco mi cuerpo se despegaba del suelo e irremediablemente ascendía, sin ningún control. Estaba acojonado. Cerré los ojos. –joder, joder piensa…qué coño está pasando-. No me atrevía a abrirlos, pero notaba que seguía subiendo. Y de repente, zas, algún cabrón me da una colleja. Si no estuviera tan acojonado le metía una hostia que no lo iban a reconocer ni con un análisis dental, pero prefiero mantener los ojos cerrados. Decido cascarle sólo en caso de que el soplagaitas me vuelva a dar. Entonces sí que le voy a meter la tráquea por el culo. Sigo con los ojos cerrados, al menos un minuto, que me parece un siglo. En ese minuto me he imaginado al agresor de todos los tamaños hasta convencerme de que el cabrón es muy alto, así que me lo figuro en pulgadas, que impresiona menos. Por fin, en un acto de valentía, abro los ojos. Sére idiota, no me he de esforzar lo más mínimo para volver a cerrarlos, así es el ser humano; no veo, pues mejor. Y el negro no aparece, porque a estas alturas, con la suerte que tengo, la mole es un negrata dos metros (esta descripción no deja de ser un homenaje al cine americano de los 70, sirva de aclaración para los amantes de lo políticamente correcto).
Bien José piensa qué coño pasa. Qué hice ayer para estar volando ahora en mi habitación. No me drogué, de eso estoy casi seguro, pero dejo la puerta abierta a la posibilidad. Una explicación cartesiana me relajaría el alma y me permitiría enfrentarme al negro de atrás con energías renovadas, qué digo renovadas, redobladas. Por favor que me haya drogado, eso, que me haya drogado, pero mucho. Y en éstas, que la mente sin estímulos visuales es muy mala, va y se dispara. Y ahora el negro mide 142 pulgadas, y noten ustedes que utilizo pulgadas por que el acojone va en aumento. Que lo veo todo claro sin necesidad de abrir los ojos, la bestia me quiere sodomizar. Me tiembla todo, no sé si de excitación o de miedo y en verdad no lo quiero saber. Y me parece escuchar un plas, plas, plas… Y es que dos más dos son cuatro, el joputa se la está meneado, su único objetivo es concentrar sangre. Quiere que haya la mínima resistencia. Me palpo la pierna para comprobar al menos si llevo pantalón. Estoy perdido, llevo una bata de hospital, abierta por detrás. Sigan conmigo la secuencia: dos metros, negro… el culo al aire y un pollón a mis espaldas.
Intento relajarme. Inspiro. Expiro. Inspiro. Expiro. Respiro. Respiro. Y pienso, qué ha pasado para que esté flotando aquí en mi habitación. Y a medida que me acuerdo me viene un bajón tremendo, tengo cáncer y esta mañana me han sedado para que deje de sufrir. Entonces, qué coño hace el puto negro en mi espalda. Y de repente el negro ya no me importa tanto, si me quiere sodomizar, a lo mejor es la última alegría que me otorga la vida. Poco a poco abro los ojos, dejo que penetre la luz. Vuelvo la cabeza y el negro no está. Y pienso que la vida no es propensa a dar alegrías póstumas. Donde está el negro. Me estoy muriendo y quiero al puto negro. Si no me quiere sodomizar ya se la chuparé yo. No me importaría que no fuera negro, ni que no mida nos metros…

CONTINUARÁ

domingo, 17 de mayo de 2009

Cuentos de la empresa II

-Joder, tenías que disparar, joder…no tenía más de 16 años – chillaba Kendra.
-Cállate!! El coche ha grabado la infracción. Tenía derecho a disparar- guardando el arma y acercándose al chico.
Kendra es posible que tuviera razón, parecía un niño pero había cometido un infracción del tipo 4 (respetar la naturaleza) y los cuerpos de seguridad pueden disparar ante los diez tipos de infracciones. No es culpa suya que la infracción de tipo 4 deje lugar a la interpretación.
Ayer había vuelto a perder en las puestas. Mis créditos de vida, estaban con menos de tres cifras. Ver el chico meando en un árbol fue una suerte, un disparo limpio, y ya se sabe ante la muerte del infractor los créditos de vida se repartían entre la patrulla. El no había creado las normas. A parte era una práctica de riesgo. Un único disparo, si el infractor no muere los gastos hospitalarios se reparten entre la patrulla. Inmediatamente noto un impulso eléctrico-Su saldo actual es 3800 unidades de vida-. Que linda es la vida.
-Un aviso, una infracción administrativa, 400 unidades de vida. Si el chico no hubiese tenido saldo, no hubiese sido nuestro problema, mierda… – continuaba chillando Kendra.
Me comencé a preocupar por Kendra parecía que su rostro fuera a estallar.
-Sabes, comienzo ha estar cansada de tener un 90% de resoluciones con muerte –
-Si no te gusta, pide un cambio de compañero –dije hastiado de su doble moral.
Des de que éramos compañeros había ganado más de 127.000 créditos de vida en resolución de infracciones frente a unos 30000 créditos de vida como concepto de sueldo.
-Quizá lo pida, quizá…- dijo kendra .
-bien mientras te lo piensas pasarás esta noche por casa- dije con una sonrisa.
-Si .

lunes, 11 de mayo de 2009

Cuentos de la empresa

Cuentos de la Empresa.

(Extracto libro de historia sobre el siglo XXI )


Diciembre 2014. La gran crisis económica acabó con la firma del tratado de Copenhague, donde no sólo se refundó el capitalismo sino que se creó un nuevo modelo social. A tomar por culo la democracia, página pasada. La mayoría de los países lo ratificaron a los restantes. Se les obligó. Dos años convulsos, millones de muertos y, lo que es peor, los millones de muertos empujaban a millones de cambios. Intolerable. A partir de ahora llamarían a las cosas por su nombre, el planeta no sería más que una empresa y sólo los elementos productivos tendrían derecho a vivir. Dicho así, sin matizar, parece un régimen eutanásico productivo. Nada más equivocado.
La humanidad casi desaparece. La descomposición de la sociedad impregnó de un sabor metálico todas las decisiones, toda iniciativa tenía la validez que le pudieran otorgar las armas disponibles. No hay mundo que aguante tasas del 40 por ciento de paro. No hay sociedad sin bienestar, sin sueños ni realidades.
La guerra fue supranacional, con tantos bandos como ideologías. Tantas ideologías como personas querían poder, y tanto poder como sumisiones se pudieran crear. Las dos facciones más radicales, los verdes y los liberales, juntaron fuerzas, dinero y mensaje para que el primer paso para que la paz social, el bienestar y el futuro de la humanidad se consolidaran y pudiéramos olvidar la crisis del 2009.
La solución fue fácil, imponer un sistema sostenible, el mundo sería una empresa y como tal se tendría de dirigir. Se debían tomar medidas impopulares por el bien de la tierra. Pero el racionalizar los problemas, el cambiar a las personas por números, fue lo difícil. Después, todo bajada. Los números no engañan, engañan las personas.
El tratado de Copenhague incluía las directrices básicas de la empresa.

1.- La empresa para su buen funcionamiento necesita 2.400 millones de trabajadores. A los 3.400 restantes se les rescindiría el contrato con la empresa.

2.- El criterio seria meritocrático y por unidades familiares, la muerte aleatoria de miembros de una misma familia sólo podía traer inestabilidad social.

3.- Se instaura una nueva moneda para toda la empresa. Las unidades de vida.

4.- A los trabajadores se les instalará un chip, este controlará su saldo. Cuando el saldo de unidades de vida sea negativo el chip explotará. La empresa no pude tolerar unidades de trabajo no productivas.

5.- La naturaleza es parte de la empresa y como a tal se le tratará.

6.- A la empresa, así como a las personas se les esta prohibido ejercer la violencia (excepto directiva 4, y cuerpos de seguridad).

7.-El trabajador, una vez acabada su jornada laboral, goza de absoluta libertad tanto ética como moral para realizar sus anhelos y sueños. Los trabajadores contentos rinden más.

viernes, 1 de mayo de 2009


Personajes

Bufón: perro callejero, desaliñado, un perro de mundo.
Vicente: Vicente: persona de características grises, no destaca en nada, un simple votante.

Escena primera y última:

Parte alta de la Ramblas, al lado de la fuente de canaleta. Cuatro sillas clavadas en el suelo. Varias estatuas humanas. Un kiosco. Varios turistas paseando por las ramblas.
Vicente sube por las Ramblas, va leyendo el diario, cabizbajo, observa las cuatro sillas y va a sentarse. Se sienta al lado de bufón. Esté está estirado.
Vicente se pone a leer la prensa.


Coro griego. En la hermosa Barcelona, dos hombres se encuentran, iguales en dignidad, diferentes en sabiduría. Ambos agraviados por la vida y en discordia con ella.
Vicente. Vaya mierda de crisis. (Mientras arruga el diario y lo lanza al suelo).
Bufón. Siempre se quejan los que tendrían que callar (bufón en un medio bostezo).
Vicente. (Sorprendido mira al perro).
Vicente. Perdón
Bufón. Perdón, perdón, perdón. Que no tenéis dignidad. Es difícil entender como habéis llegado a dominar el planeta.
Vicente. Oh, oh me ido a sentar al lado del perro más listo al este del Llobregat (en un tono que intenta ser de burla pero es de perplejidad)
Bufón. A ver, dime que te inquieta de esta crisis.

Vicente: que es económica.
Bufón. (Ríe) quieres decir que tienes miedo a que no te alcance el dinero. Que es lo peor que te podría pasar que te guste la carne y te den huesos cada día.
Vicente. También es social, la gente está nerviosa.
Bufón- Social, social. Que la gente está nerviosa al menos a ti no te huelen el culo cada vez que quieren hablar contigo.
Vicente. Es que es una crisis del sistema pero qué coño va a saber un perro.
Bufón. No, en eso tienes razón que coño voy a saber lo que es una crisis en el sistema cuando en el mío para salir a pasear necesito bozal y estar atado a una correa.
Vicente. Te acuerdas cuando me has dicho que como es que podemos dominar el mundo.
Bufón. Sí.
Vicente. Sin duda es porque sabemos utilizar el teléfono.
Vicente coge de la correa al perro y llama por teléfono a la perrera.
Bufón. Hijo de puta.
Vicente. Quieres un hueso.
Coro griego.
Cuando la vida es muy perra, tranquilo respira , sonríe y piensa que puede ser aún más perra. Eres un hombre afortunado.

lunes, 20 de abril de 2009

Y yo sigo aqui



Ante los comentarios sobre este texto, me parece infantil recordarlo pero igual que el actor sólo representa la persona que escribe sólo escribe.

Era mi tercera cerveza. A partir de ahora, el resto de la noche iría detrás de mis instintos sexuales. Ya no sería yo, seria yo detrás de cualquier coño que pasara lo suficientemente cerca. Uno no es consciente de cuando pasa el límite, pero de repente todo te importa una mierda. Bailas alrededor de cualquier mujer, ofreces, te ofreces, tomas, bailas, vuelves a ofrecer y vuelves a tomar. Ya sólo piensas en tomar, tomar un coño, tomar una copa, tomar cualquier cosa que se deje o que puedas comprar. Qué fácil es tomar. Tomas vidas , juegas con ellas, dejas que jueguen con la tuya, y todos juegan y toman. Toman almas, toman gestos, toman de todos. Tomemos. Y sigo en la misma habitación, ofreciendo y ofreciéndome. Pero ofreces lo que no eres porque no eres tú o quizás sí que eres tú y en verdad no te ofreces, en verdad te vendes. Te vendes pagando, porque siempre es pagando. Y piensas si todos los hombres son iguales, y por un momento te brillan los ojos pensando que no , qué barbaridad pero sabes que si, así es y así será. Siglos de progreso sólo son unas tristes y finas esposas, que no resisten tres cervezas. Y en esas esta la humanidad, disfrutando.

Una habitación vacía

jueves, 16 de abril de 2009

Y sin embargo estaba en casa escribiendo



Abrí los ojos y alce la vista por encima de su cabeza, necesitaba comprobar mis sensaciones. Efectivamente tenía los dedos de los pies totalmente estirados como si sufrieran un rictus y el dedo gordo en una inclinación de 45 grados, blanquecino del esfuerzo. Mis sensaciones eran correctas me estaban haciendo una gran mamada. Baje la vista y busque contacto visual. Pelo corto, delgada y cara de viciosa. Tendría que esperar a que dejara de chupar para corroborar lo de la cara ya que es conocido que toda mujer que chupa ejerce una presión que contrae la cara empujándola a una mueca muy parecida a la que pondría una zorra. Me sonrió, escupió y volvió a chupar. Chupaba y succionaba ora polla ora huevo. Sin dejar de masturbarme la faena bajo unos centímetros. Dios todas las personas tendrían que sacarse el carnet de manipulador de alimentos y si hace falta el nivel c de catalán. Los dedos de los pies continuaban empujando al vacio. Mi respiración era cojonoda. Volvió a trabajarme la polla, pero ahora fuerte muy fuerte sabía lo que se hacía. Y con la otra mano con movimiento rápido (ya lo tenía calculado) me poso un cojín en el culo. Antes que pudiera quejarme por el parón me había vaciado medio tubo de gel desde los huevos al final de culo. Continuo masturbándome con una mano mientras me comía el culo y me lo reventaba con un pequeño masturbador anal. Al cabo de unos instantes la cogí del pelo. Y el mensaje lo capto a la primera, chupo tan fuerte como pudo hasta que me respiración le confirmo que le iba a blanquear los dientes . Entonces alegre man non tropo . Una vez me corrí continuo comiendo hasta que pensé que me iba a desmallar. La cogí de las axilas y la acerca a mi boca y la bese, la bese mientras el esperma aún estaba caliente en nuestras bocas.

domingo, 29 de marzo de 2009

Cuando la realidad ni funciona




Domingo 29 de Marzo estoy viendo Doctor Mateo cuando oigo gritos en la calle. Follón toca mirar. Un vecino borracho está tirando objetos por la ventana. Violento, casi de mal gusto. Dos jóvenes se encaran con él, casi les ha tocado un objeto. También son violentos. Paran la moto cogen un llave inglesa y presentan candidatura. No pasa de un partido de ping pon, dónde los chascarrillos ejercen de improvisada pelota. El borracho vecino viendo que la situación está estancada, no sin razón, cree que le toca mover ficha , así como la cosa más normal del mundo baja chillando con cuchillo en mano, sin camiseta, quedaría bien decir que ojos inyectados en sangre pero desde mi balcón eso no lo puedo ver. La escenografía, coge de sorpresa a los jóvenes, demasiado para entrar al trapo de sopetón. Y juegan a perseguirse alrededor de un coche, la vida que es muy caprichosa hace que este sea el que está aparcado debajo de la señal de minusválido lo cual me acuerda del término justicia divina (en mi barrio estamos muy mal de aparcamientos) y el gutural agresor comienza a cuchillar el techo. Después rompe el vidrio del coche. En este momento la historia vuelve a estar estancada, pero esta gente no desaprovecharía una buena historia, y como si fuera un ballet se enzarzan en una violenta coreografia, yo había llamado a la policía hacia al menos cinco minutos. La policía poco dispuesta a estropear una buena historia tarda en venir. Él vecino se estaba llevando una buena paliza entre la llave inglesa y el casco, pero no saber el guión puede provocar una tragedia y ese resbalón no debía estar en el guión (a no ser que el guionista fuera un perturbado). Así que el agresor esta en el suelo, ha perdido el cuchillo y tiene a dos jóvenes pateándolo con ganas, me duele a mí el no nota el dolor, no sangra sólo grita. Ahora sí que llega la policía, cuatro coches y una ambulancia, como he llamado a la policía he tenido que bajar a dar mis datos ya me llamaran si presentan cargos.
Yo subo a casa y aún puedo ver el final de doctor mateo.

martes, 10 de marzo de 2009

Justino el justo


En estos días se ha hecho popular Ameneh Bahriuni. Pudiéramos pensar que es otra estrella fugaz de un reallity , y seguramente llevaríamos a razón. Ameneh tuvo la desgracia que un pretendiente despechado, en Irán , le roziara con ácido la cara. Hasta ahí una salvajada más . Lo interesante de la historia es que Ameneh , una vez en España denuncio en magistratura al agresor y ha conseguido una sentencia que es un paso adelante hacía la normalización de la mujer en Irán. La condena al agresor se sustenta en la ley del Talión la de ojo por ojo... Eso si ,en Irán , el ojo por ojo cuando se aplica a una mujer es ojo por ojo partido por dos .
¿ Es posible que para sacarse la carrera derecho sólo se haya de aprender un axioma? ¿ que pasa cuando un agresor lesiona los ovarios de una mujerse aplaza la sentencia hasta que le crezcan al barbas? ¿ Y si la sentencia sale cuando el agresor ha fallecido, se desentierra y se le corta un huevo ?
¿Sera justicia lo que es justo?

miércoles, 4 de marzo de 2009

Mamiferos


Mamiferos de Jésus Lizano


Yo veo mamíferos.
Mamíferos con nombres extrañísimos.
Han olvidado que son mamíferos
y se creen obispos, fontaneros,
lecheros, diputados. ¿Diputados?
Yo veo mamíferos.
Policías, médicos, conserjes,
profesores, sastres, cantoautores.
¿Cantoautores?
Yo veo mamíferos...
Alcaldes, camareros, oficinistas, aparejadores
¡Aparejadores!
¡Cómo puede creerse aparejador un mamífero!
Miembros, sí, miembros, se creen miembros
del comité central, del colegio oficial de médicos...
académicos, reyes, coroneles.
Yo veo mamíferos.
Actrices, putas, asistentas, secretarias,
directoras, lesbianas, puericultoras...
La verdad, yo veo mamíferos.
Nadie ve mamíferos,
nadie, al parecer, recuerda que es mamífero.
¿Seré yo el último mamífero?
Demócratas, comunistas, ajedrecistas,
periodistas, soldados, campesinos.
Yo veo mamíferos.
Marqueses, ejecutivos, socios,
italianos, ingleses, catalanes.
¿Catalanes?
Yo veo mamíferos.
Cristianos, musulmanes, coptos,
inspectores, técnicos, benedictinos,
empresarios, cajeros, cosmonautas...
Yo veo mamíferos.

lunes, 2 de marzo de 2009

¿ meritocracia ?



La meritocracia y cuantas cosas más con vaselinas.

Desde pequeños la vaselinas entra en nuestras vidas, y todo para que no nos duela. Que buenos son los ponedores de vaselina. Alta estirpe de onegeros. Y a sabéis los que creen que el mercado por si sólo no es un elemento que puede regir nuestras vidas .
Ahora se ve que vivimos en una democracia parlamentaria , dónde los sueldos por dirigir nuestro destinos son copados por criterios meritocráticos ( dicese de las oposiciones).
CHICHARELOS, CABRONAZOS y mientras chillo a los cuatro vientos levanto el culo para que me pongan vaselina .

miércoles, 25 de febrero de 2009

Los almondigas en remojo II




A pesar de que “los albóndigas en remojo II “ nos pudiera hacer pensar : segundas partes nunca fueron buenas . Entonces porque he vuelto con mi ex hasta 4 veces ? Evidentemente por que la racionalidad no rige todas nuestras acciones. Supòngo que también tendría que ver que la quería ( o dicho de otro modo tenía un trastorno de dependencia , que bonito el amor, cuanto color que conlleva).
Que de todas las mujeres que me han comido la polla, tanto las que he tenido que pagar como las que no , ella las superara con creces supongo que también influyo ( alto precio pague)
Que bonito el amor!!!!................. por supuesto el de los hijos. Viva el caos emocional .
Siempre nos quedarán las serie televisivas ( a poder ser americanas) , para poder ver vidas racionales en universos presididos por el caos.

jueves, 12 de febrero de 2009

ejercicio en tiempos de crisis


En tiempos de crisis lo razonable es hacer actividades que no conlleven una compensación monetaria. Entre ellas destacaría empalmar , por barata y sana.
Yo lo practico diariamente como paso previo a tomar cualquier decisión, es sorprendente la claridad que emerge después de correrte, aunque intento tomar las decisiones en casa ya que los locales públicos no están equipados para estos menesteres .
En los tiempos que corren hacer ejercicio es una buena opción, ¿ habéis probado de mover la cuando estas empalmado ?, 5 repeticiones bien , 15 perfecto y 50 eres una máquina. Viva el ejercicio, ahora bien, acordaros de no ir empalmados al donar sangre ya que si no la sesión se alarga horas y las pastas y zumos que te dan ya no compensan.
Y acordaros que viste tanto una buena sonrisa como una buena empalmada.

sábado, 24 de enero de 2009

Love is in the air


Love is in the air, y allí sigue el cabrón, arriba en el aire. Que dices : hombre ,que este arriba tampoco es malo, siempre y cuando el sexo este aquí , abajo. Y como eso va a meses, pues que vaya mierda de canción. Las canciones tienen eso que son universos en si mismas.
Han habido varias hipótesis , pero hoy en día la que tiene más aceptación entre los historiadores es que el sexo lo invento dios y el amor el corte inglés. De los dos tenemos necesidad , y se podría afirmar de que dios y el corte ingles tienen el mismo poder, y alguien más lanzado podría decir que dios es el mercado, y entonces todo coge sentido porque te das cuenta que los curas no son mas que pescaderas con uniforme anticuado. Cuanta olor a pescado.
Entonces si dios es el mercado: Viva dios, viva el mal, viva el capital.

viernes, 16 de enero de 2009

La belleza


La belleza , entendiendo belleza como el cuerpo de una mujer , me produce dolor. Es un pinzamiento que dura unos segundos, me recorre el estomago y me obliga a cerrar los ojos. Y hago un ruido parecido al que hace Drácula al chupar la navaja. En un principio me tenia preocupado, lo he comentado con amigos, y nada que a ellos no les pasa. Al final he decidido que tengo una sensibilidad extrema a la belleza, como quien llora con un cuadro o con una película. También pensé que podía ser falta de sexo, pero me pasa igual cuando follo mucho que cuando follo poco, así que descartado.
El otro día en el gimnasio vi una chica gordita , preciosa , que me hizo pensar en la belleza, sonreia , parecía una chica que me podia hacer feliz, y verdaderamente era guapa. Así que la belleza la moldeamos nosotros, pero en el fondo sabes que sólo unas pocas elegidas son capaces de producir dolor.

martes, 6 de enero de 2009

Como comportarse como un idota y no saberlo.


El odio es una fuerza, que como tal ejerce una presión, imperceptible, pero la ejerce. Uno por comparación cree que su mezquindad no existe, que uno no tiene tendencia pero es una lucha de por vida porque bajo presión, bajo una fuerza, un tiende a expandirse y si uno no es consciente la deformación puede llegar a la conducta.
A que viene este discurso, a que llevo unos días haciendo el gilipollas, ante la tración , la mezquindad y el egoismo que me golpeo en forma de ex, mi reacción ha sido (salvando las distancia porque para todos hay grados) mezquina y egoista de momento la traición no ha entrado nunca en mi elenco de habilidades.
Mi victoria ha sido darme cuenta, ante el salvajismo conductual mi venjanza sera ser más generoso, ser más persona y poner mis hijos por delante de mi dolor y eso es ser valiente.
Si soy valiente , un guerrero de los sentimientos, una persona.