jueves, 30 de julio de 2009

Nota de prensa del ministerio de sanidad


Comunicado oficial del ministerio de sanidad

Debido al incremento en los servicios de urgencias en el área de ginecología, esta partida será cargada a la empresa sueca Ikea. El ministerio afirma categóricamente que es incierto que “ donde caben dos caben tres”, como los miles de desgarro han confirmado .


La menestra.

martes, 28 de julio de 2009

Capítulo IV reunión de pastores, ovejas muertas

Capítulo IV.-

Cómo la vieja de los cojones vuelve a aparecer en mi vida.

Yodo. Mi vida depende de que encuentre yodo. La vieja tenía todos los dientes, como certifica el contorno del agujero de mi brazo, y creerá Dios que ni uno del mismo color. No he visto tantas tonalidades de negro ni en una procesión. O encuentro yodo o no me salvan ni los yogures con bichitos. A pesar de mis angustias, en la farmacia de la esquina tenían yodo, por suerte.
Una vez asegurado el tener un futuro y después de un bajón, no por inesperado ilógico, las tornas se han dado vuelta. Ya no es una historia del chico del piso pequeño, noooo, ahora hay otro sumando. Ahora, es una cosa entra la vieja y yo. Ahora, además, es personal.
Tres días enteros frente al supermercado, hasta volver a ver a la vieja, cosas de la pensión, supongo. Tres días haciéndome pasar por mendigo, bueno, pasándolas putas porque como bien suponéis yo soy más bién actor del método. Así que llevo tres días mendigando en la puerta del supermercado, durmiendo con mi cartel “ayúdenme a no dar pena, suéltenme pasta. Juro por Dios que no es para vino”. El resultado, 23,04 euros, tres insultos, dos intentos de evangelización y la constatación de que cagar en la calle es una de las liberaciones más grandes que le queda al ser humano. Nunca he estado tan cerca de mi lado animal. Al fin, ya es mía.
Si no fuera por el pestazo, el seguimiento a una persona por parte de un mendigo sería tarea fácil. Post it mental, posibilidades de negocio: agencia de detectives sin techo. Aún caerá una subvención. Vivan los fondos de cohesión de la Comunidad Europea.
La ventaja de seguir a una persona anciana, yo también se utilizar argot correctito, es que va despacio. Así, después de tres manzanas, que parecieron tres sandías llegamos a un punto muerto. Vivía en una residencia. Cada momento que pasaba admiraba más a la clase delincuente… qué difícil es matar a una persona. Saqué el móvil, una foto podría ser de ayuda.
-Guarro, ¿a quién le has robado el móvil?- dijo un mosso de esquadra que apareció de la nada.
-Disculpe, señor agente, como puede ver yo no soy ningún punky, así que creo que el adjetivo guarro debe ser un error. Pídame perdón y zanjemos este triste incidente-dijo Néstor.
-Disculpe, caballero, no me he dado cuenta- dijo un sorprendido policía-¡Pero qué dices anormal! yo te llamo guarro y si quiero de meto dos ostias .
-Me parece notar una cierta hostilidad.-
Las dos primeras ostias no las vio venir.

jueves, 16 de julio de 2009

Reunión de pastores, ovejas muertas. Capítulo III

Capítulo III.-
Néstor comprueba la dificultad que conlleva trasladar un plan del lápiz al papel
.

Ocho de la mañana, he dormido siete horas. Me ducho. Me preparo para salir. Tomo algunas precauciones. En una ciudad de unos dos millones de personas, mayoritariamente blancas, le graban a uno unas 400 veces al día entre comercios, bancos, instituciones y otro tipo de cámaras. Una gorra, treinta minutos de caracterización y un tatuaje en el brazo, que harías bien en llamarlo calcomanía: mi madre monta una Harley. Una vez en la calle, no sabía por dónde comenzar. ¿Cómo se busca una pareja apta para ser asesinada? Poco a poco me inunda una sensación de pánico. Comienzo a recitar un murmullo, una especie de mantra “soy funcional y eso me define”, poco a poco dentro de mi mente a la idea se le van sumando instrumentos. Soy funcional… más batería. Soy funcional…más batería y saxofón. Soy funcional…más batería, saxofón y violines. Soy funcional…más batería, saxofón, violines y coro. Coño, soy cojonudo, el mantra no sólo me ha otorgado valor sino que también me ha levantado la polla. Reiniciado, con una misión, la determinación hace que mis piernas avancen.
En una investigación sobre asesinatos en serie, la localización de los homicidios tiende a crear un círculo. El centro del mismo es un punto geográfico próximo al domicilio de asesino.
Miro a la gente, sin saber qué criterio utilizar. ¿Me baso en Dios y doy carnets de buenos y malos? ¿Una limpieza intelectual? ¿O a suertes? Quizás la primera vez con una persona manifiestamente débil ya me sirva.
¿Dónde se encuentra una persona débil? ¿ Y cómo se accede a ella? Ni idea, improvisaré. Cojo el metro. Lo dejo. No sé dónde estoy. Estoy colocado de miedo. El barrio parece el decorado de un videojuego, nada se asemeja a la realidad. Camino. Veo salir a una anciana de un supermercado, lleva dos bolsas. Es una anciana, una persona débil, apuesto a que sí.
-Disculpe, señora. Déjeme ayudarla con las bolsas…deme, deme, que deben pesar.
-Gracias hijo, pero este barrio esta cada día peor. ¿No me querrá violar, caballero? -preguntó la señora francamente preocupada.
-Por Dios no diga tonterías, yo nunca le haría eso- empezaba a pensar que el mundo se había vuelto loco, cada día la gente está peor.
-¿Ah, no? ¿ y porqué?-exigió secamente la mujer.
Parece que había encontrado un victima que se lo merecía, cosa que no me importaba.
-Señora, nunca la violaría, a no ser que usted me lo pidiera, y entonces, no creo que lo pudiéramos llamar violación. Sería una relación consentida. Por lo tanto me enorgullece poder decirle taxativamente que no la violaría nunca. Y una vez solventado este punto ¿me deja usted las bolsas para que pueda ayudarla?
-¡Socorro, Socorro! ¡Este degenerado se ha propuesto sodomizarme encima de ese coche! ¡Llamen a la policía! ¡Socorro!- la vieja chillaba como una poseída.
-Qué dice, mujer perturbada, yo no he sodomizado nunca a nadie y está de guasa si piensa que iba a empezar con usted. No me muerda puta, pero cómo es que tiene dientes a su edad. Aaah. me ha arrancado un trozo de carne. Vayase con el inserso, cabrona- me voy corriendo no por la gente que viene sino porque la abuela de los cojones es un peligro.
Empiezo a intuir que mi exilio voluntario de la sociedad me ha convertido en un tullido social.

lunes, 6 de julio de 2009

Reunión de pastores, ovejas muertas. Capítulo II


Capítulo 2.-

Cómo los conocimientos del autor se unen a los de Néstor y organizan un plan.


Tengo ansias de matar pero ya no son impulsivas, simplemente están ahí. Las he guardado en un cajón y las llaves al bolsillo.
Cojo lápiz y papel. Planteo el problema como si fuera matemático y redacto un enunciado:
Un individuo vive en un piso la superficie del cual es pequeña para sus necesidades. El piso contiguo está ocupado por dos vecinos, y éstos tienen contrato por cuatro años más. El Sr. Rafael, propietario del piso, se niega a echar a los vecinos. ¿Qué he de hacer para quedarme el piso de al lado en el mínimo tiempo?
Nivel aprendiz: 45 minutos en resolver el problema.
Nivel intermedio: 30 minutos en resolver el problema.
Nivel máster: 22 minutos en resolver el problema.
Al cabo de 27 minutos ya tenía los primeros esbozos de mi plan. Era sencillo, dividir los problemas en problemas aislados y dar soluciones a las partes en lugar de soluciones globales.
A los cinco minutos ya tenía claro que la solución pasaba por asesinar a mis vecinos. Después de la llamada telefónica al Sr Rafael, tenía algunos números para que formara parte de la lista de sospechosos. Siempre hay una lista de sospechosos.
No me puse nervioso, tenía parte de la solución. Cogí confianza. Ya sabía la dirección, sólo era cuestión de buscar el itinerario ideal para no acabar en la cárcel.
Lo ideal sería que la muerte de los vecinos formara parte de una cadena de hechos que hicieran imposible a la policía separar la muerte de sus antecedentes. En el segundo paso agoté 13 minutos.
Está clarísimo… exacto, vais bien por ahí. Sí a mí también me parece un poco de hijo de puta, pero, claro, la solución matemática a un problema no tiene consideraciones éticas.
Una vez sabía que los iba a matar y, al menos, a tres parejas más para despistar a la policía, la cosa empezó a coger cuerpo. Por un momento luché para descartar el plan por la locura del mismo, pero sabía que empezaba a ser un plan cojonudo.
Ahora tenía que buscar el elemento que haría que el asesinato de mis vecinos formara parte de la cadena de asesinatos. Ese elemento no podía ser otro que el sadismo. Ocho minutos más.