domingo, 17 de mayo de 2009

Cuentos de la empresa II

-Joder, tenías que disparar, joder…no tenía más de 16 años – chillaba Kendra.
-Cállate!! El coche ha grabado la infracción. Tenía derecho a disparar- guardando el arma y acercándose al chico.
Kendra es posible que tuviera razón, parecía un niño pero había cometido un infracción del tipo 4 (respetar la naturaleza) y los cuerpos de seguridad pueden disparar ante los diez tipos de infracciones. No es culpa suya que la infracción de tipo 4 deje lugar a la interpretación.
Ayer había vuelto a perder en las puestas. Mis créditos de vida, estaban con menos de tres cifras. Ver el chico meando en un árbol fue una suerte, un disparo limpio, y ya se sabe ante la muerte del infractor los créditos de vida se repartían entre la patrulla. El no había creado las normas. A parte era una práctica de riesgo. Un único disparo, si el infractor no muere los gastos hospitalarios se reparten entre la patrulla. Inmediatamente noto un impulso eléctrico-Su saldo actual es 3800 unidades de vida-. Que linda es la vida.
-Un aviso, una infracción administrativa, 400 unidades de vida. Si el chico no hubiese tenido saldo, no hubiese sido nuestro problema, mierda… – continuaba chillando Kendra.
Me comencé a preocupar por Kendra parecía que su rostro fuera a estallar.
-Sabes, comienzo ha estar cansada de tener un 90% de resoluciones con muerte –
-Si no te gusta, pide un cambio de compañero –dije hastiado de su doble moral.
Des de que éramos compañeros había ganado más de 127.000 créditos de vida en resolución de infracciones frente a unos 30000 créditos de vida como concepto de sueldo.
-Quizá lo pida, quizá…- dijo kendra .
-bien mientras te lo piensas pasarás esta noche por casa- dije con una sonrisa.
-Si .

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