lunes, 11 de mayo de 2009

Cuentos de la empresa

Cuentos de la Empresa.

(Extracto libro de historia sobre el siglo XXI )


Diciembre 2014. La gran crisis económica acabó con la firma del tratado de Copenhague, donde no sólo se refundó el capitalismo sino que se creó un nuevo modelo social. A tomar por culo la democracia, página pasada. La mayoría de los países lo ratificaron a los restantes. Se les obligó. Dos años convulsos, millones de muertos y, lo que es peor, los millones de muertos empujaban a millones de cambios. Intolerable. A partir de ahora llamarían a las cosas por su nombre, el planeta no sería más que una empresa y sólo los elementos productivos tendrían derecho a vivir. Dicho así, sin matizar, parece un régimen eutanásico productivo. Nada más equivocado.
La humanidad casi desaparece. La descomposición de la sociedad impregnó de un sabor metálico todas las decisiones, toda iniciativa tenía la validez que le pudieran otorgar las armas disponibles. No hay mundo que aguante tasas del 40 por ciento de paro. No hay sociedad sin bienestar, sin sueños ni realidades.
La guerra fue supranacional, con tantos bandos como ideologías. Tantas ideologías como personas querían poder, y tanto poder como sumisiones se pudieran crear. Las dos facciones más radicales, los verdes y los liberales, juntaron fuerzas, dinero y mensaje para que el primer paso para que la paz social, el bienestar y el futuro de la humanidad se consolidaran y pudiéramos olvidar la crisis del 2009.
La solución fue fácil, imponer un sistema sostenible, el mundo sería una empresa y como tal se tendría de dirigir. Se debían tomar medidas impopulares por el bien de la tierra. Pero el racionalizar los problemas, el cambiar a las personas por números, fue lo difícil. Después, todo bajada. Los números no engañan, engañan las personas.
El tratado de Copenhague incluía las directrices básicas de la empresa.

1.- La empresa para su buen funcionamiento necesita 2.400 millones de trabajadores. A los 3.400 restantes se les rescindiría el contrato con la empresa.

2.- El criterio seria meritocrático y por unidades familiares, la muerte aleatoria de miembros de una misma familia sólo podía traer inestabilidad social.

3.- Se instaura una nueva moneda para toda la empresa. Las unidades de vida.

4.- A los trabajadores se les instalará un chip, este controlará su saldo. Cuando el saldo de unidades de vida sea negativo el chip explotará. La empresa no pude tolerar unidades de trabajo no productivas.

5.- La naturaleza es parte de la empresa y como a tal se le tratará.

6.- A la empresa, así como a las personas se les esta prohibido ejercer la violencia (excepto directiva 4, y cuerpos de seguridad).

7.-El trabajador, una vez acabada su jornada laboral, goza de absoluta libertad tanto ética como moral para realizar sus anhelos y sueños. Los trabajadores contentos rinden más.

1 comentario:

  1. Una historia interesante, con muchos conceptos a desarrollar. A mi me gustaría conocer con más detalle el papel de los verdes, como llegan a coindir con los liberales y que implica la directiva nº5.

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